Rituales aztecas y chocolate
Por Núria Poveda.
¿Es usted creyente querido lector? Sepa que los aztecas eran politeistas y ser sacerdote implicaba un duro seminario, debían ser célibes y, además, había rituales en los que se realizaban, nada más y nada menos, ¡sacrificios humanos! Ya le dije que metiera arco y flechas en la maleta, los va a necesitar. Pero no se asuste, seremos simples espectadores, veremos sin ser vistos como en la película ‘Los fantasmas atacan al jefe’.
Para los aztecas había dos bebidas importantes: el octli y el chocolate. El octli es una bebida alcohólica elaborada con zumo de ágave. El chocolate era más consumido por guerreros y la nobleza, como dijimos en el artículo anterior, y el octli por los ancianos. Sí, amigo mío, lo que estamos presenciando en medio de la jungla es una fiesta azteca, y como puede ver hay niños bebiendo octli y es que, en algunos festejos, se les permitía beberlo. Sin embargo, usted mejor no lo beba, seamos precavidos, ya que la borrachera estaba muy mal vista en esta civilización, tanto que la pena para los borrachos era la muerte.
¿Ve usted aquello? Sí, efectivamente, es un almacén con la cantidad de hasta 960 millones de semillas de cacao. Estamos en casa del famoso emperador Moctezuma. ¿Le parece una cantidad muy elevada? No lo es, tanto si considera que más de 2.000 contenedores con bebida de chocolate eran diariamente destinados para ser consumidos por sus guardias. Se cuentan numerosas anécdotas de los conquistadores robando semillas de cacao a Moctezuma, pero usted no toque nada, sabemos que los aztecas utilizaban, al igual que los mayas, el cacao como moneda, de ahí que consumirlo fuera como beber oro.

Preparase ahora para leer un ritual bastante rocambolesco. En Tenochtitlan, una vez al año, se elegía a un esclavo sano para personificar al dios Quetzacoalt. Durante 40 días se le vestía como un dios, luciendo sus joyas, y era tratado como tal.
Por las noches, sin embargo, era encerrado en una jaula para evitar que huyera. La víspera de su sacrificio era avisado de que iba a morir y tenía que bailar feliz con su destino, si se le notaba triste le daba una bebida llamada itzpaca,. Consistía en chocolate hecho con agua que se había utilizado para lavar los cuchillos manchados de sangre usados en otros sacrificios humanos.
Al darle esta bebida el esclavo bailaba feliz, ya que si el esclavo estaba triste era un presagio de un futuro desastre. ¿Entiende ahora porqué le dije que viniera armado? Como está pudiendo comprobar, la cultura azteca es fascinante pero también cruel, y el chocolate es siempre protagonista de todas las celebraciones.
Coja su sombrero y su látigo pequeño Indiana Jones, en el próximo artículo nos convertimos en los conquistadores de las Américas. ¿Se pregunta qué impresión tuvieron los europeos al probar por primera vez la bebida de chocolate? Entonces manténgase a la espera y esté bien atento a la siguiente publicación…

Núria Poveda es enóloga y experta en chocolates.