La Costa Blanca se consolida como potencia culinaria con quince distinciones y once restaurantes galardonados
La gastronomía de la provincia de Alicante va mucho más allá de los galardones que consiguen sus cocineros, pero es evidente que el número de Estrellas Michelin es una excelente referencia para conocer la salud culinaria de una provincia o de una región. Y, después de la gala del pasado miércoles en Lisboa, es más que evidente que el cielo gastronómico de la Costa Blanca se ha lllenado de estrellas.
Por un lado, todos los cocineros y cocineras de la provincia que ya contaban con una, dos o tres distinciones las mantienen. Y eso, casi siempre, es mucho más difícil que conseguirlas. Por otra lado, otros tres restaurantes se unen al firmamento Michelin: Orobianco y Beat, ambos en Calpe, y El Xato, en La Nucía. Estas tres distinciones confirman el potencial culinario y gastronómicos de la Marina Alta y la Marina Baixa. De las quince Estrellas Michelin de la provincia, once se sitúan en las dos comarcas del norte: Quique Dacosta (3), Bon Amb (2), Casa Pepa, El Rodat, Audrey’s, El Xato, Orobianco y Beat (todos con una). Las otras cuatro están en poder de L’Escaleta (2), en Cocentaina, La Finca (1), en Elche, y Monastrell (1), en Alicante.
Como decía anteriormente, la satisfacción es grande, pero podría serlo mucho más. Han sido tres estrellas más, pero sin duda aún quedan algunos cocineros más que son merecedores de la preciada distinción y que de manera incomprensible no están en el palmarés, a pesar de que lleven varios años siendo merecedores. En el firmamento Michelin sigue Quique Dacosta como uno de los más grandes chef del país con sus tres estrellas. Junto a él, se mantienen con dos estrellas otros dos cocineros enormes: Kiko Moya y Alberto Ferruz.
En la relación de cocineros y cocineras con una estrella siguen todos y todas. Y, además, con una enorme satisfacción por ver cómo otra mujer ve reconocida su labor: Cristina Figueira, que ha situado La Nucía en el mapa gastronómico nacional gracias a su trabajo en El Xato. Junto a ella figuran otras tres ‘damas’ de la cocina alicantina: Susi Díaz, María José San Román y Pepa Romans.
Debutan en la nómina Michelin española dos cocineros que ya fueron reconocidos por la guía francesa cuando trabajaban en otros establecimientos fuera de España. Por un lado, el italiano Enrico Croatti, que desde la atalaya de Orobianco confirma su condición de chef de máximo nivel con una propuesta gastronómica elegante, exclusiva y con una clara y lógica inspiración italiana y mediterránea. Croatti ya contaba con una estrella en su anterior restaurante situado en los Dolomitas. Nada como disfrutar de sus platos en la impresionante terraza de Orobianco, con la ciudad de Calpe, el Peñón de Ifach y el Mediterráneo a sus pies. El valenciano José Manuel Miguel, también desde Calpe, ha recuperado su presencia entre los distinguidos por Michelin, condición que tuvo hace unos años en los restaurantes parisinos Il Vino y Goust.
Junto a Croatti y Miguel, continúan con una estrella Michelin Rafa Soler (Audrey’s) y Nazario Cano (El Rodat), que se estrenaron en la edición de 2018.
En total, quince estrellas y once restaurantes que convierten a la provincia de Alicante en un destino gastronómico de referencia. A la oferta culinaria hay que añadir la larga lista de productos que la gastronomía alicantina ofrece al mundo: vinos, turrones, frutas como la granada, la uva de mesa, el níspero o la cereza de la montaña, hortalizas como la alcachofa, el tomate de Altea y de Muchamiel y la ñora de Guardamar, productos del mar como la gamba roja de Dénia, el langostino de Guardamar y el pescado de Santa Pola… ¿Qué más se puede pedir para encontrar la felicidad en la Costa Blanca?